Realidades
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“La belleza se encuentra en los ojos del que mira!”
Platón
¿Alguna vez has tenido ese tipo de sueño en el que todo parece tan increíblemente real, que cuando finalmente despiertas, todavía puedes escuchar las voces en tu mente y recordar olores o emociones como si realmente hubiera sucedido en el mundo en el que estás viviendo? ¿Cómo te hizo sentir eso? ¿Curioso? ¿Intrigado? ¿Irritado? ¿Desconcertado? ¿Asustado (si fue una pesadilla)?
¿Alguna vez te llevaste aquel sueño a tu día, pensando en él o tratando de dejar atrás el impacto emocional? ¿Te dijiste que es "sólo un sueño" y no "real"? ¿Qué querías decir con "no real" en ese momento? Porque en el momento en que todavía estabas soñando todo era muy "real" para ti. ¡Tan real que al despertar todavía lo sentías en el cuerpo!
Entonces, ¿qué es real y qué una realidad? ¿Existe más de una realidad? ¿Cómo afecta en nuestra percepción del mundo la forma en que nos vemos a nosotros y nuestras realidades? ¿Y quién decide qué es real y qué no?
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¿Es real el dinero? Para mí lo es, pero mi gato, por ejemplo, solo ve una pieza de metal graciosa que felizmente puede hacer rodar en la mesa.
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¿Es real el miedo de mi perro a los fuegos artificiales? Absolutamente, aunque desde mi punto de vista es una hermosa exhibición de colores contra el cielo nocturno.
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¿Es real un ataque de pánico? ¡Sí, y esto es importante! La persona que se encuentra en medio de un ataque de pánico está experimentando un miedo extremo en cuerpo y mente, aunque visto desde el exterior, no exista una amenaza "real".
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¿Es real la tristeza de una niña porque alguien se haya comido todas sus galletas imaginarias? ¡También! Esta niña está experimentando las emociones de la situación de verdad en su cuerpo, incluso si lo ocurrido es "sólo en su mente".
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¿Es real mi necesidad de gafas de sol siempre que hace sol y nos alegra el día con su hermosa luz brillante, incluso en invierno? ¡Seguro! Tengo los ojos azules y soy muy sensible, así que cuando voy de excursión junto a mi amiga que nunca usa gafas de sol, me sorprende. ¿Cómo puede hacer eso?
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Hay muchas situaciones como esta. ¿Puedes pensar en alguna más? ¿Qué es verdadero o real para ti que no lo es para otros en tu vida?
Supongo que podemos estar de acuerdo en que ciertas cosas son reales para todos: el sol, la tierra, los árboles del bosque, las personas en tu vida, mis gatos o tu perro, nuestros cuerpos, etc. Pero, ¿qué pasa con las cosas abstractas como las que he mencionado anteriormente u otras como el amor y el odio, la seguridad y el peligro, la belleza y la fealdad, una buena relación y una mala?
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La belleza está en los ojos del espectador y todo lo demás está en tu realidad.
Si alguien comparte su realidad de ese momento contigo, escucha atentamente y trata de entenderla, no expreses tu opinión sobre esa realidad. No tienes derecho a decidir si la realidad o experiencia de alguien es válida o no. Puedes tener razón o puedes ser amable. Elige bien. Esa pequeña pero muy poderosa frase forma parte de la comunicación no violenta de Marshall B. Rosenberg que tanto admiro.
Imagina una situación muy típica en cualquier relación:
R: ¿Por qué no me has dicho nada sobre X antes?
B: ¡Pero te lo he dicho!
R: ¡No, no me lo has dicho!
B: ¡Sí, que te lo he dicho!
A: ¡Qué no!
B: ¡Qué sí!
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¿Alguien, incluso las personas involucradas en esta situación, puede decir con certeza quién tiene la razón? En la realidad de A, dicha conversación sobre X nunca sucedió y no importa si es cierto o no. Lo que sí que importa es que en su realidad actual no es cierto. En la realidad de B, definitivamente le ha contado a A sobre X, pero ¿y si eso solo ha sido un plan o una conversación imaginada? ¿Quién tiene razón? No podemos saberlo, pero lo que podemos hacer es ser amables e intentar resolver la situación de la mejor manera y con mucho amor. Si insistimos en tener razón, seguro que alguien saldrá lastimado.
Otro hábito que puede hacernos daño es esperar a que los demás conozcan nuestras realidades en cualquier momento. Nadie puede mirar dentro de nuestras cabezas y “ver” lo que sentimos o deseamos, por eso es importante comunicarnos bien. Cuanto menos esperemos que otros adivinen nuestras necesidades y luego las satisfagan, más probable será que las tengamos satisfechas. El estilo de comunicación que usamos aquí es crucial. Explica tu realidad de manera neutral y añade tantos detalles como sean necesarios para que el otro lo entienda.
Empieza siempre por ti mismo:
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Necesito sentirme protegida, ¿podrías darme un abrazo?
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Tengo frío, ¿tienes una manta para mí o podríamos encender la calefacción?
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Me siento confundido y necesito tiempo a solas para resolver este caos en mi cabeza.
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Siento que no entendiste exactamente lo que quería decir. Puede que no te lo haya explicado bien. Lo intentaré de nuevo de otra manera.
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Estoy abrumada. ¿Podemos salir del centro comercial y tomar un poco de aire fresco en un lugar más tranquilo?
Sin lenguaje acusador o defensivo, solo información amable.
El lenguaje es una herramienta poderosa y en la sociedad en la que crecí, esto no es algo que nos enseñen. Como persona muy sensible, a menudo sé cómo piensa la gente simplemente por la forma en que eligen expresarse, las palabras o expresiones que usan, etc. Muchas veces, no se trata de lo que decimos, sino de cómo lo decimos.
Tomemos la situación opuesta a la anterior, una en la que nos enfrentamos a la realidad de otra persona que no coincide con la nuestra. Imagina que alguien está sufriendo y te lo cuenta. Algunas respuestas típicas son las siguientes. En cursiva el mensaje real detrás de estas palabras:
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Otros lo tienen peor, agradece lo que tienes. (No tienes derecho a sufrir.)
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No eres la única en esta situación. (¿Por qué te molestas tanto si otros lo llevan bien?)
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No está tan mal. (Estás exagerando, posiblemente para buscar atención.)
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No hace falta llorar. (Llorar es para problemas REALES.)
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Déjalo atrás. Verás que en realidad no es nada. (Estás haciendo un escándalo por nada.)
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Piensa en positivo. (No aceptamos nada negativo.)
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Simplemente deja de pensar en eso. (Estás pensando demasiado.)
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No puedes simplemente no hacer nada. (Estás siendo perezoso e improductivo, lo cual no es aceptable.)
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Eso no es realista. (Eres un soñador e histérico.)
Todo esto invalida la experiencia y la realidad de cualquier persona que sufre. Les negamos el derecho a sentir lo que están sintiendo y pensar lo que están pensando. En las conversaciones que he tenido con gente en los últimos años me he dado cuento una y otra vez que hay puntos de vista muy diferentes con respecto al tema del “pensar positivamente”. En mi realidad, pensar positivamente significa aceptar como real y válido cualquier pensamiento y sentimiento sin asignarle una etiqueta que ponga “bueno” o “malo”. Sólo aceptándolos como algo que simplemente existe puedo luego trabajar con ellos y transformarlos. Puedo sentir mucha tristeza, rabia o incluso odio. Pero mientras acepto esas emociones “negativas” y las observe para luego hacer los cambios necesarios en mi vida, saldré más fuerte y sana de la situación.
El “pensar negativamente” sería quedarse atascado en los pensamientos y sentimientos sin trabajarlos y transformarlos. Si no me permito pensar o sentir nada que la sociedad etiquete como "negativo", me negaré el derecho a procesar estos pensamientos y emociones. Puede tener un impacto grave en mi salud física y mental, así como en mis relaciones con los demás.
Resumen: Existen pensamientos y emociones. Que las veamos como algo positivo, negativo o neutral depende de la realidad de cada uno de nosotros.
Me gustaría desafiarte a hacer el siguiente ejercicio en los próximos días:
1) Observa tus interacciones con otros. ¿Puedes reconocer diferentes realidades por lo que son y aceptar que nadie tiene razón y nadie está equivocado?
2) Observa tus pensamientos cuando surjan esas diferencias. ¿Sientes resistencia al aceptar que tu realidad no es la universal? ¿Empiezas a dudar de tu propia realidad o tienes confianza en ella? ¿Puedes aceptar que existen diferentes realidades y no juzgar?
3) Empieza a implementar pequeños cambios en tu lenguaje (hablando con otros y en tu monólogo interior). Añade "para mí" o "en mi realidad" a las declaraciones sobre tu percepción del mundo. Descubrirás que esto puede parar cualquier discusión en seco, porque elimina la objetividad e inserta la subjetividad, que, como sabemos, es difícil de discutir. Haz lo mismo con la otra persona. Dile “Veo que X o Y o Z es cierto para ti. Yo no lo veo de esa manera, pero cuéntame más. Me gustaría entender ".
4) Trata de expresar algo como un hecho universal lo menos posible, sobre todo cuando se trata de preferencias. "Las gafas de sol deben llevarse encima de la cabeza si no se las necesita". Conozco a alguien, que se las pone al revés como si tuviera ojos en la parte trasera de la cabeza. Es divertido y ¿quién decide qué está bien o qué está mal? Es mejor decir "prefiero esto o aquello". Creo que está bien decir que la Tierra es redonda. Supongo que todos estamos de acuerdo en eso, aunque incluso esa realidad está siendo cuestionada por algunos y ¿quién soy yo para juzgarlos por ello?
¿Cambian nuestras realidades? Si, absolutamente.
La realidad es flexible y está sujeta a cambios constantes. Tu realidad de adolescente es muy diferente de tu realidad de adulto. Y la realidad de tus 30 es diferente a la realidad que experimentas en otras etapas de tu vida. La vida es un aprendizaje sin fin. Simplemente pasando por una multitud de experiencias y situaciones desafiantes ya cambia tu realidad. ¿Recuerdas que cuando eras más joven, cuando los que tenían 30 años te parecían bastante mayores y luego, cuando cumpliste 30, de repente te sentías demasiado joven para muchos de los desafíos que uno enfrenta en esa etapa de la vida? También la ciencia cambia constantemente nuestra realidad cuando descubre nuevas leyes de la naturaleza o demuestra que lo que se ha considerado una verdad científica absoluta, de hecho, no es cierto. Recuerdo que, cuando era niña, vi una película en la que una pareja hablaba por un teléfono especial de ciencia ficción mientras se miraban a través de pantallas. ¿Adivina qué pensé yo! ¿Qué irrealista me pareció! Y mira lo que estamos haciendo ahora a diario. Gracioso, ¿no?
Todo esto significa que también podemos cambiar activamente nuestras realidades. Es un proceso que requiere mucha paciencia y observación para detectar aspectos de nuestra realidad que vienen de la infancia y, lo más importante, de otras personas. ¿Con qué frecuencia tomamos algo por hecho solo porque alguien ha dicho que eso es así?
Si de niño has aprendido que ser sensible significa ser débil y frágil, será todo un desafío cambiar esta realidad con la que has vivido durante tanto tiempo. Sin embargo, con mucho amor y mucha paciencia, es posible. Este ejemplo demuestra cuán enriquecedor e importante es cuestionar nuestras propias percepciones y realidades sobre todo de adultos. Pregúntate de dónde provienen tus realidades. En este caso cuestionar no significa dudar o negar, simplemente observar y hacer pequeños (o grandes) ajustes si los consideras necesarios o deseables.
Es importante que nunca te tomes demasiado en serio, ni a ti mismo ni a tu realidad ;)
Más preguntas para hacerte reflexionar:
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¿Cuál sería una realidad o verdad para ti que definitivamente no es real o cierto para todos los seres humanos?
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¿Te sientes confiado y seguro en tu realidad?
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¿Es fácil para ti aceptar las realidades de otras personas, especialmente cuando chocan con las tuyas? ¿Como reaccionas? ¿Te gusta tener razón?
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¿Qué lenguaje usas cuando alguien más expresa su realidad? ¿Negando, apoyando, exagerando?
Piénsatelo…
Te deseo…
… que puedas crear una realidad hermosa, pacífica y amorosa para ti.
… que seas lo suficientemente amable y flexible para ver, apreciar y aceptar las realidades de los demás.
… que tu realidad fluya y cambie con tus deseos y sueños.
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