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La historia de la pequeña ayuda y la pequeña necesidad

(5 min de lectura)

 

"No podemos ayudar a todos, pero todos podemos ayudar a alguien." 

Ronald Reagan

 

Para muchos de nosotros, ayudar a los demás es un propósito de vida en sí mismo. Las personas especialmente sensibles o intuitivas tienen una antena que está constantemente sintonizada con las necesidades de los demás y tienden a captar ideas muy claras sobre lo que se necesita en un momento dado. Y así, ayudamos. O eso es lo que creemos que hacemos. Ofrecemos consejos, hacemos las cosas necesarias antes de que la otra persona se dé cuenta de que lo necesita para sentirse bien, saltamos cuando algo se puede hacer, mejorar, crear, etc. Simplemente no podemos contenernos, ¿verdad? Ven conmigo a un pequeño viaje de pensamientos en mundo de la comunicación y la comprensión profunda:

 

Los personajes principales de nuestra historia son la pequeña ayuda y la pequeña necesidad. Son amigas y un buen día quedan por la tarde para charlar. La pequeña necesidad se enfrenta a una situación desafiante y está muy estresada. Le cuenta todo a la pequeña ayuda y ésta, tan dispuesta a ayudar como es, sabe exactamente qué hacer y ofrece sus soluciones de inmediato. La pequeña necesidad, sin embargo, las rechaza una por una. "No es posible.", "No puedo hacer eso.", "No funcionará." y "Ya lo intenté y es inútil." son algunas de sus objeciones. Es muy frustrante para la pequeña ayuda.

 

Cómo no sabe qué hacer la pequeña ayuda va a ver a su amigo el sabio consejo y le explica la situación. El sabio consejo le escucha atentamente y luego le hace las siguientes preguntas:

 

1) ¿La pequeña necesidad te ha pedido consejos o ayuda?

2) ¿Has comprobado cuidadosamente que eres la persona adecuada para ayudar a la pequeña necesidad?

3) ¿Cuál es tu motivación? ¿Por qué deseas ayudar a la pequeña necesidad?

4) ¿Has considerado que tus consejos provienen de tu propia realidad y puede ser que no encajen en la realidad de la pequeña necesidad?

5) ¿Es el momento adecuado para ayudar activamente a la pequeña necesidad?

 

La pequeña ayuda se siente confundida y le pide a su amigo que se explique. Después de un momento de reflexión y silencio, son éstas las respuestas del sabio consejo:

 

"Si alguien tiene un problema y te lo cuenta, no significa que te pida ayuda o un consejo. Lo más probable es que solo necesite que alguien le ofrezca el precioso regalo de la escucha activa. Necesita hablar en voz alta, dar voz a sus pensamientos y sentirse comprendido. Esto por sí solo puede darle la fuerza y ​​la energía que necesita para ayudarse a sí mismo. Por lo tanto, si alguien no pide tu consejo, no te frustres si se niega a escucharlo si decides dárselo igualmente. Si quieres asegurarte, consulta con el otro: "¿Te gustaría que compartiera mis ideas y pensamientos sobre el tema o prefieres hablar y ser escuchado?"

Y si alguien pide ayuda, pasa a la siguiente pregunta ...

 

¿Eres la persona adecuada para ayudar? A veces, el mayor apoyo que podemos brindar es hacernos a un lado y liberar espacio para que venga la persona adecuada. Al imponer nuestra ayuda a los demás, podríamos impedir que aprendan lecciones valiosas, encuentren la información necesaria, sigan su intuición o escuchen su voz interior. Imagina que estás tratando de escuchar una intrincada pieza de música de piano y afuera pasan coches, cada uno con un tipo diferente de música en alto resonando por sus ventanas abiertas. Es agotador.

 

La pregunta número 3 es muy importante. ¿Cuál es tu verdadera motivación para ayudar? Probablemente responderás:

- "Quiero que la pequeña necesidad se sienta bien". Eres muy amable, pero ¿por qué quieres que la pequeña necesidad se sienta bien?

- "Estoy preocupada o me siento triste cuando veo que la pequeña necesidad tiene problemas. Por eso quiero ayudar". Vale, ahora nos estamos acercando a la esencia. Quieres ayudar porque te sientes preocupada o triste. Así que tu objetivo final es sentirte bien. Sé que suena horriblemente egoísta, pero no te preocupes. Eres humana. Todos nos esforzamos por sentirnos bien, ser aceptados y amados. Entonces, básicamente todas nuestras acciones tienen como objetivo lograrlo. Pero, ¿qué tiene que ver eso con tu deseo de ayudar a la pequeña necesidad? Bueno, tengo otra pregunta para ti: ¿De quién son tus sentimientos y tus necesidades? Son tuyos, ¿verdad? Entonces, si la próxima vez sientes la necesidad de saltar y ayudar, mantén la calma y siéntate con tus sentimientos. Si la pequeña necesidad tiene que lidiar con sus propios problemas y además el rechazar tus consejos y ayudas bien intencionados pero no deseados, está llevando una doble carga. Y eso causará frustración para las dos.

 

Ahora, echemos un vistazo a la cuarta pregunta: si la pequeña necesidad te pide ayuda, ¿podrás ponerte en su lugar, mirar el mundo a través de sus ojos y comprenderle completamente a ella y su realidad? Porque sólo si lo sabes hacer, podrás diferenciar entre qué es bueno y factible para ella y que no. Y si no lo sabes hacer, no pasa absolutamente nada. Podrás escuchar y estar presente, prestarle toda tu atención y demostrar que te importa. A veces olvidamos que eso también es un verdadero apoyo y será muy apreciado.

 

Y por último, pero para nada menos importante, la pregunta número cinco. ¿Es el momento adecuado para ayudar? Imagina que estás estresada, llena de ansiedad o en pánico. Todo su sistema está ocupado con lidiar con una reacción de lucha y huida. ¿Crees que podrás aceptar los consejos dados? Antes de dar un consejo, incluso si es el más razonable y adecuado, comprueba siempre si la persona que tienes delante es realmente capaz de recibirlo. Es como tener el estómago lleno. Si deseas darle más comida, debes esperar hasta que el estómago haya digerido lo que ya está allí, especialmente si tienes malestar estomacal. Quizás tan importante como el momento correcto es la cantidad. Si le das mucha comida a un estómago irritado es probable que lo único que haga es echarla lo más rápido posible arriba o abajo sin realmente digerirla. No será muy útil y ninguno de los valiosos nutrientes se mantendrá en el cuerpo."

 

De camino a casa, la pequeña ayuda se siente un poco mareada pero feliz. El sabio consejo le ha dado mucho que pensar. También piensa en todas las veces que la pequeña necesidad la ha ayudado a ella. Quizás es otra razón por la que se siente tan obligada a ayudar a su amiga ahora. Pero algo que ha dicho el sabio consejo sigue dándole vueltas en la cabeza. Si la pequeña necesidad es la persona adecuada para ayudar a la pequeña ayuda, pero la pequeña ayuda no es la persona adecuada para ayudar a la pequeña necesidad, quizás no es algo bilateral. Quizás se podría ver más como una reacción en cadena. La pequeña necesidad ayuda la pequeña ayuda, la pequeña ayuda a su vez ayuda al pequeño apoyo y éste le ayuda al pequeño empoderamiento, etc.

Qué maravilla, ¿no? Saber eso quita tanta presión y hace que sea más fácil aceptar ayuda sin ofrecer nada a cambio que no sea amistad y lealtad. Que ya es mucho ...

 

Y con este pensamiento termino mi cuento. Deseo que te inspire y te ayude a ayudar a otros de una buena manera.

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